SPS es una marca fundada en España en 1996 que se dedica a crear las pistolas de competición de más alto rendimiento del mercado. Y ahora RWA, marca que tiende a hacer réplicas de la más alta calidad (¡y precio!), ha lanzado esta réplica no solo para los amantes del IPSC sino para los airsofters más exigentes a unos precios muchos más asequibles de los que nos tiene acostumbrados. 

La corredera de acero cuenta con los marcajes de SPS a ambos lados, además de tener los rallados delantero y trasero lo que hace que no se nos resbale la mano al hacer una recarga táctica. Las alzas por otro lado son de sistema de tres puntos aunque desgraciadamente no son luminiscentes, algo muy recomendable en escenarios con poca luz.

El modelo es alimentado por un cargador de CO2 (de 14 bolas), lo que genera una mayor sensación de retroceso en cada disparo. Para suavizar el impacto, el cañón externo lleva un muelle alrededor de él. Este frena el movimiento de la corredera al retroceder en cada disparo. Además la guía del muelle recuperador cuenta con una arandela que favorece la torsión del muelle, alargando la vida de nuestra pistola.

Según la legislación de cada país, RWA puede incluir una válvula NPAS con la que poder ajustar la potencia del modelo. Esta pequeña pieza se aloja dentro del nozzle de la pistola y deja pasar mayor o menor cantidad de CO2 que impulse la bola para variar así la velocidad de salida del proyectil y hacerla apta para todos los campos.