Facebook login

5 consejos para un tirador selecto

Hemos encontrado este interesante artículo en la web de Ragnos Airsoft, ¿qué os parece?

En toda patrulla de Airsoft debería haber como mínimo un puesto reservado para un tirador selecto. Se trata de un papel intermedio entre los roles de fusilero y de francotirador, portando una réplica con un margen legal de 100 FPS por encima de los 350 reglamentarios para otros roles -hasta 450FPS, que aseguran un mayor alcance, potencia y precisión en distancias mayores que los típicos en los encuentros de infantería.

Como ya hemos cubierto en otros posts del blog las características y el papel del rol de tirador selecto, nuestro cabo Weber nos hablará de trucos y consejos, descubiertos a partir de la experiencia en el campo de juego, que pueden ser de ayuda para el iniciado y algun otro que quizá pueda interesar incluso a veteranos:

 

1. Sé consciente en todo momento de dónde están tus compañeros de patrulla.

Es muy común que, en según qué situaciones comprometidas en plena partida, el Jefe de patrulla envíe al tirador selecto a una localización específica, a eliminar a un enemigo concreto que comprometa una posición, a ofrecer apoyo a unos compañeros que estén retirándose de su posición, o en general, a ocuparse de algún asunto en que el resto de la patrulla difícilmente pueda ofrecer asistencia por su límite de alcance, potencia y precisión.

En un caso ideal, nunca se nos enviaría solos, pero cada partida y cada situación son únicas y puede darse el caso de que tengamos que operar en modo solitario. En este caso, disponer de un buen equipo de comunicación (y saberlo usar eficientemente, tanto nosotros como el resto de la patrulla) puede marcar la diferencia entre el éxito de esta operación al paréntesis del resto de la partida o bien su fracaso, que puede obstaculizar o incluso impedir el desarrollo de la partida y la victoria de nuestra patrulla.

Otro problema con el que tener especial cuidado son las muertes por fuego amigo, que pueden darse en caso de no saber a quién estamos disparando o de no hacer caso al siguiente punto:

 

2. Asegúrate siempre antes de disparar.

El tiro instintivo, del que hablaremos más adelante, es una herramienta útil, incluso indispensable en ciertas ocasiones, en el arsenal de truquillos del tirador selecto, pero hay que dominar esta disciplina y saber cuándo aplicarla, en lugar de abrir fuego contra todo lo que se mueva o parezca moverse.

Las muertes por fuego amigo son evitables si nos ocupamos de tener siempre la información necesaria para saber dónde puede estar el enemigo (¡y los aliados!) antes de abrir fuego indiscriminadamente. Pocas cosas más deshonrosas hay para el jugador y para la patrulla que un largo historial de muertes por fuego amigo, tan evitables con el uso de una buena comunicación y de tácticas coordinadas.

 

3. Practica tu velocidad de reacción.

Aunque no sea un requisito fundamental "de manual" para el desempeño de nuestro rol, y no sea una cualidad que se espere por defecto de un tirador selecto (que al llevar réplicas generalmente más aparatosas, solemos traer con nosotros una penalización de tiempo de reacción), tener una buena velocidad reactiva (poder levantar al hombro la réplica, apuntar y disparar con precisión a un enemigo que aparezca de repente, por ejemplo), puede ser un atributo que ayude a marcar la diferencia entre un tirador selecto bueno y un tirador selecto excelente.

Reforzar la reacción (que como ya hemos dicho más arriba, en nuestro caso suele llevar algo más de tiempo que en el caso de otros roles como pueden ser la infantería de choque) puede ayudar a neutralizar rápidamente amenazas a las que sólo nosotros y los francotiradores lleguemos, protegiendo así a nuestros compañeros de patrulla y potencialmente incapacitando a enemigos que planeen tender una emboscada a nuestra patrulla.

 

4. Ten una noción de dónde está apuntando tu óptica sin necesidad de mirar a través de ella.

Por motivos evidentes, la óptica con aumentos (en algunos casos incluso tratándose de una óptica de francotirador) es una pieza esencial de nuestro equipamiento de tirador selecto, y dependemos en gran medida de ella para la adquisición de objetivos y para su posterior eliminación.

Debemos cuidar con gran meticulosidad que esté siempre bien calibrada y adaptada a la distancia a la que acostumbramos a operar (como cubriremos en otro post más adelante), pero no por ello debemos pasar a estar totalmente a merced de esta pieza de nuestro equipo, ya que como pasa con todo equipamiento, debemos estar en el control en lugar de ser controlados por ello.

La capacidad de saber, en caso de necesidad (con cierto margen de error, por supuesto) hacia dónde apunta nuestra óptica (y por tanto, a dónde irá nuestro disparo) en caso de gran urgencia y al no tener tiempo de preparar un tiro como es debido, puede ser de gran ayuda, por ejemplo, en una situación inesperada en la que un tiro desde la cadera o desde el pecho sin apuntar puede salvarnos la partida o la de un compañero de patrulla.

 

5. Practica el tiro instintivo.

Este es un tema muy importante y complejo, que reúne características ya vistas en los puntos 2, 3 y 4. El tiro instintivo es una disciplina compleja que requiere mucha práctica y un gran conocimiento de la réplica o réplicas que utilicemos, y nos puede servir para disparar sin necesidad de apuntar, útil sobre todo en caso de no tener tiempo, espacio, u otros factores limitantes que nos impidan efectuar un disparo limpio.

Evidentemente, siempre es mucho más aconsejable efectuar un tiro preparado, en el que la postura del cuerpo, la respiración, la puntería precisa y el momento exacto de apretar el gatillo, con el cálculo frío de la trayectoria del proyectil en mente, afectarán de una forma positiva nuestro porcentaje de aciertos y eliminaciones, y de ninguna manera aconsejamos que se deje de practicar este tipo de tiros para sustituirlos por tiros instintivos.

El tiro instintivo sirve para ocasiones en las que no nos es posible efectuar un disparo como el que acabamos de describir (que para un tirador selecto debería tratarse de un disparo normal y mayoritario) y hay que practicar esta habilidad para evitar esas situaciones en las que nos podemos encontrar desprevenidos y en desventaja. Una buena manera de empezar a practicar es, fuera de un contexto de juego, practicar con dianas estáticas el tiro de cadera y el tiro de pecho sin mirar a través de la óptica.

Podemos ir incrementando la dificultad, practicando el mismo disparo estando nosotros en movimiento, o bien después de un giro repentino (esquinas, cambios de dirección, etc.), después de cambiar la posición del cuerpo, etc. Las posibilidades son muchas y, como sucede con frecuencia con todo lo relativo a disparar, lo más importante es practicar.